Los ataques cibernéticos contra empresas, organizaciones e individuos están en aumento. A medida que avanza la tecnología, los piratas informáticos buscan formas más sofisticadas de llevar a cabo sus ataques.
En la actualidad el mundo cibernético está experimentando un avance sin precedentes en las tácticas de ataque, por lo que las empresas y compañías no tienen más remedio que protegerse contra estas amenazas que están en continua evolución.
Los ataques de malware y ransomware son amenazas comunes para la continuidad de cualquier negocio y es que la mayoría de las veces, las personas usan estos términos de forma indistinta, a pesar de que no son lo mismo.
Esto nos permite plantearnos una buena pregunta: ¿Existe alguna diferencia entre el malware y el ransomware? Y ¿cómo se relaciona el phishing con estos dos ataques?
Puedes obtener más información en nuestra guía sobre malware, ransomware y phishing.
¿Qué es el ransomware?
El ransomware es una forma de malware que impide al usuario afectado acceder a sus datos, ya sea bloqueando el sistema o encriptando archivos. Posterior a esto, el atacante exige un pago a modo de rescate para restaurar el acceso a la data retenida.
En la mayoría de los casos, el atacante puede amenazar con filtrar datos restringidos si este no recibe el pago del rescate; lo más común es solicite el pago a través de criptomonedas, gracias al anonimato que están otorgan.
¿Qué es el malware?
«Malware» es una palabra compuesta que combina los términos «malicioso» y «software» y la usamos para referirnos a cualquier programa intrusivo diseñado para dañar o afectar de forma negativa un sistema informático, lo cual nos permite plantear la interrogante: ¿cuál es la diferencia entre malware y virus?
Malware es un término bastante amplio, que abarca múltiples variaciones de software malicioso, entre los que podemos contar troyanos, virus, spyware, ransomware, gusanos y adware.
Los piratas informáticos pueden usar los programas malware por varias razones, incluido el robo de identidad, ataques de denegación de servicio (DDOS) y otras actividades que les reporten ingresos financieros.
¿Qué es el phishing?
Frecuentemente recibimos la consulta de cuál es la diferencia entre phishing y malware. Podemos definir phishing con una explicación fácil.
El phishing es una táctica de ingeniería social que usada por piratas informáticos con el fin de aprovecharse de la psique humana; bajo esta modalidad de ataque el hacker envía múltiples correos electrónicos, mensajes de texto o enlaces maliciosos a sus víctimas, haciéndose pasar por organismos legítimos con el fin de atraer personas y hacer que éstas revelen información personal, tales como números de tarjetas de crédito, registros médicos y otros datos financieros.
Ransomware versus malware
No hay duda alguna de que tanto el ransomware cómo el malware son programas de software malicioso que puede causar grandes daños a su negocio. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre ambos?
El ransomware se diferencia del malware en diversos aspectos que incluyen el tipo de variante, su impacto, la dificultad para ser eliminado y el mecanismo de entrega. A continuación, podrás presenciar las diferencias entre estas variantes:
Tipos de variantes
El malware abarca todo tipo de software malicioso, incluidos gusanos, virus, troyanos y spyware. Debido a la amplitud del término y la diversidad de opciones, los ataques de un tipo de malware difieren de otro con frecuencia.
El ransomware por su parte es más camaleónico y toma diferentes formas; los tipos de ataques más comunes incluyen el ransomware locker y el ransomware por encriptación.
El ransomware de locker afecta las operaciones básicas de un dispositivo, bloqueando el uso del mouse, el teclado en el escritorio y las ventanas de archivos, pero aun te permite interactuar con la ventana solicitando el rescate.
El ransomware por encriptación, cifra datos confidenciales del afectado sin restringir el uso del sistema; la diferencia entre ambos tipos de ataque es que el primero no daña archivos importantes, mientras que el segundo puede dañar, e incluso provocar la pérdida de datos personales.
Mecanismo de entrega para el malware
El malware combina todo tipo de programas maliciosos, por lo que los mecanismos de entrega pueden variar. El método de entrega más común es el correo electrónico, aunque también pueden valerse de instalación de software, unidades USB, enlaces maliciosos y sitios web falseados.
Aunque los atacantes pueden llevar a cabo ataques ransomware a través de sitios maliciosos o simplemente compartiendo archivos, los correos electrónicos phishing son el método más común. Estos permiten a los actores maliciosos enviar correos que contienen archivos adjuntos peligrosos, los cuales pueden ser fácilmente descargados por la víctima de forma inconsciente. Una vez que el programa entre en el sistema se instala el ransomware de forma automática en tu sistema.
Dificultad de eliminación
El malware es mucho más fácil de eliminar que el ransomware; puedes eliminar una infección de malware fácilmente con cualquier antivirus que analice tu computadora y elimine los archivos infectados, esto no puede ser suficiente, por lo que es necesario que solicites la ayuda de experto en seguridad para formatear tu disco y eliminar el malware por completo, el daño suele ser mínimo.
Lamentablemente el ransomware es mucho más complicado de solventar. Si eres víctima de ransomware, tienes dos opciones: pagar el rescate al atacante o restaurar tus datos a partir de una copia de seguridad, una vez que ya hayas evaluado al «paciente cero» o causa inicial de la infección; si logras solventarlo, debes evitar que vuelva a suceder por todos los medios, ya que es probable que el estafador no restablezca acceso alguno a tus datos, incluso después del pago, de ahí la necesidad de un plan de respaldo robusto y seguro.
Impacto
El impacto del ransomware en tu negocio puede ser infinitamente más devastador que el malware; usualmente el daño común de los ataques de malware se reducen a un rendimiento bajo en tus sistemas, archivos eliminados o delincuentes informáticos en posesión de tus datos y algunos de tus recursos. Dada las amplias soluciones antimalware existentes es posible eliminar este problema sin mayor complicación y sufriendo daños mínimos.
El ransomware, en cambio, tiene la capacidad de restringir el acceso de un usuario a sus sistemas o encriptar sus archivos, para luego tener que enfrentar a un atacante que exige compensación financiera antes de restaurar el acceso. El ransomware puede detener las operaciones comerciales de una empresa en su totalidad, y es particularmente nocivo cuando el atacante no restablece el acceso a los datos y la empresa no tiene copias de seguridad para su recuperación.
Phishing: el navío perfecto de envíos
Los ataques phishing son el depositario perfecto de entrega para cualquier malware o ransomware. Este funciona como una táctica de ingeniería social usada por un atacante para enviar un correo malicioso con el fin de atraer a sus víctimas y hacer que éstas revelen información personal o de índole corporativo, para lo cual el atacante se hace pasar por una fuente legítima y convencer a su objetivo.
En la gran mayoría de los casos, los ataques de malware o ransomware requieren que la víctima interactúe con un enlace o que descargue un archivo adjunto a partir de un correo electrónico, ya que los atacantes incluyen su código de malware o ransomware en un mensaje de correo que luce bastante común; si la víctima hace clic en el enlace dañino, el malware o ransomware se descargan automáticamente y llevan a cabo su cometido.
Pensamientos finales
El ransomware y el malware son amenazas de alto riesgo con el potencial de afectar a cualquier empresa o compañía. Su creciente complejidad y evolución los hacen más difíciles de detectar y eliminar, y si bien estos programas representan un daño mayúsculo en sí mismo, estos se valen del phishing como método de entrega.
Las empresas y organizaciones necesitan trabajar con las últimas medidas de seguridad y educar a sus empleados para que estos sepan identificar y prevenir los ataques de phishing, además de tener un plan de respaldo que sea seguro para reducir el daño de un ataque.